... comenzó el tiempo de Adviento.
Tiempo de reflexión y de renovación.
Tiempo de espera y alegría.
Hace una semana helaba, y el campo nos regalaba, todavía, una infinita variedad de verdes y ocres.
El mismo lugar, una semana después.
El campo se cubre de un manto blanco, y nos ofrece un paisaje monocromático.
Tiempo de calma, de vida interior... y de gélida diversión.
Que preciosidad de entrada, unas imágenes divinas, para disfrutar.
ResponderEliminarUn besazo guapa.
Buenas reflexiones y preciosas fotos. A Marisierra le han ecantado especialmente la última de ellas. Gracias por alegrarnos el domingo.
ResponderEliminar¡que chulo que vistas más bonitas y que niños tan preciosos! un abrazo
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