lunes, 22 de diciembre de 2014

Bienvenido Invierno...




... y un nuevo ciclo comienza.
Tan sólo dos días para que el Adviento llegue a su fin, y celebremos el renacer de la vida. Me gusta el invierno.
A pesar del incómodo frío y su color gris.
 
 
 
 
Me gusta el gris, sobre todo acompañando a otros colores más vivos, que me recuerdan que, en invierno, continua la vida en el interior.
 
 
 
 
Y aquí os presento este quilt, en tonos grises y rojos. El frío del invierno y el fuego del hogar.
 
 
El top
 
 
La trasera
 
 
Como ya os anuncié en la página de Facebook, en esta ocasión, delegué el acolchado en un profesional del acolchado con máquina de brazo largo.
Quería probarlo para ver si el resultado me satisfacía y me compensaba el gasto que supone una tarea así.
 
 
 
Como me comentaba otra quilter, si estamos acostumbradas a ver nuestras labores acolchadas a mano, el acolchado a máquina nos resulta extraño sobre ellas.
Excesivo. 
Es cuestión de tiempo que nuestra mente se acostumbre a ello.
 
Antes de finalizar esta entrada, quería mostraros el detalle de uno de los adornos navideños que decoran nuestro hogar en estas fechas.
Es un pequeño árbol de hoja natural donde colgamos algunos adornos fabricados en madera que nos recuerdan a Alsacia, la tierra que nos enseñó a amar la Navidad aún más.
 
 
 
 
 
 
 
Deseo que este nuevo ciclo que comienza nos traiga salud y alegría, vida y luz a cada uno de nosotros.
 
Feliz Navidad.
 

lunes, 8 de diciembre de 2014

La Petite Pierre. Más springerle, por favor!

Continuamos organizando y revelando nuestra fototeca y hoy, después de un paroncito bloguero, os quiero llevar de visita a una pequeña y encantadora villa fortificada, próxima a los Vosgos del Norte.
 
 
 
La Petite Pierre ofrece una visita a su castillo y sus murallas y, además, acoge  el Museo de Artes y Tradiciones Populares, dedicado en su mayoría, al Springerle, pequeñas típicas galletas decoradas con la imprenta de distintos motivos, y que constituyen, cada una de ellas, una obra de arte, y de las cuales ya os hablé aquí.
 
En este museo se muestran  moldes y reproducciones de otros originales, utilizados a lo largo de la historia para la elaboración de estos preciosos dulces, así como las recetas tradicionales para su confección.
 
Pasear por las tranquilas calles de la villa es una delicia. En nuestra visita, los colores del otoño nos permitieron disfrutar de este espectáculo.
 
 






 
 
En sus alrededores tienen punto de partida diferentes rutas a pie a través de los maravillosos Vosgos.
 
 
 
 


 




 
Si llegáis hasta allí, no dejéis de visitar el Museo del Sello Alsaciano, donde se muestra una colección única de sellos a través de la cual descubrir la historia de Alsacia y de Europa, y, por supuesto, de nuestra historia.
 


Espero que disfrutéis de las otoñales imágenes ahora que tan sólo quedan días para la entrada del invierno.
 
Feliz semana!