Ya está aquí (o casí... aún quedan unas horas para que haga su entrada oficialmente).
Y hoy quiero darle la bienvenida como se merece.
No es mi estación favorita del año... llevo peor lo del calor que el frío.
Pero reconozco que es, probablemente, el período del año en que más experiencias diferentes acumulo.
Es el momento de abrirse al mundo. De hacer viajes. De visitar museos. De conocer gente nueva. De reencontrarse con la familia (por lo menos en mi caso).
Este verano se presenta "rarito" para nosotros. Bueno, la verdad es que ya me considero casi experta en veranos "raritos": misiones internacionales, partos, hospitales, mudanzas, más mudanzas...
Papá Entretelas se encuentra trabajando muy, muy, muy lejos de
casa y nos quedan aún varios meses para que regrese a casa. El cambio de planes ha sido radical.
Así que nos preparamos para recibirlo con incertidumbre y curiosidad, más que de costumbre.
Mirando al horizonte, abriéndonos a la inmensidad, saltando las dificultades como si olas de mar fueran, dejándonos mecer por la brisa de una tarde de verano.
Con estas imágenes que tomé junto con mi compañero de la vida justo unos días antes de su partida, hace ya varias semanas, despedimos la primavera y acogemos al verano.
1 comentario:
Eva, te deseo mucha fuerza y mucho ánimo, por que sé que estar tu sola días tras días con los niños tiene que ser un poco duro. Espero que estos meses se te pasen muy rápidos, para que antes de que te des cuenta volváis a estar juntos de nuevo.
Un abrazo <3
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