Elaborar "Springerle" es un verdadero placer.
Es como hacer pequeñas obras de arte comestibles.
Y, realmente, no son difíciles, aunque sí laboriosas.
El origen de este tipo de galletas se remonta a la Edad Media y tiene lugar en el sureste de Alemania, en la región de Baden-Wurtemberg y en Alsacia (actualmente, perteneciente a Francia).
"Springen" significa "saltar", ya que se supone que la masa debe saltar del molde, dejando éste marcado el dibujo que representa.
Los moldes, tradicionalmente, son fabricados en madera. También los hay fabricados en cerámica, y actualmente, incluso en metal o en plástico.
En cualquier caso, cada molde, representa una pequeña obra de arte.
Los Springerle no sólo se elaboran en la época de Adviento y Navidad, puesto que existen motivos para cualquier época del año.
Varias características hacen especiales estas galletas:
En Francia se dice que están elaboradas con masa de Pan de Anís, puesto que su gusto caracterísico proviene del anís que se utiliza en su elaboración, y que se cultiva en Alsacia desde hace varios siglos.
Tras la cocción, si la galleta está bien elaborada, debe apreciarse lo que se llama "pie" y que es un abombamiento en la base de la galleta.
Y lo más importante... (como aquí no se me oye, lo escribiré en mayúsculas):
LOS AUTÉNTICOS SPRINGERLE NO LLEVAN MANTEQUILLAAAAAAAAAA!!!!
Existen multitud de buenísimas recetas de estas galletas, y utilizar mantequilla en la masa no es "pecado mortal" ni nada parecido, pero, digamos, que esas recetas están un tanto "adulteradas".
¡Ya está! ¡Que tranquila me he quedado!
Y ahora os doy la receta.
Ingredientes:
2 huevos o 100 gramos de huevo.
150 gramos de azúcar.
1 paquete de azúcar avainillada.
270 gramos de harina de trigo.
1 punta de cuchillo de levadura química.
5 gramos de anís en grano.
Elaboración:
Romper los huevos en una cacerola y añadir el azúcar y el azúcar avainillado.
Calentar y mezclar con la ayuda de unas varillas hasta que la mezcla alcance unos 50 grados centígrados. Después verter esta mezcla en un recipiente para batidora eléctrica.
Batir durante unos 10 minutos, o hasta que la masa doble su volumen.
Tamizar la harina y la levadura e incorporar los granos de anís, mezclando lo todo con los huevos batidos.
Extender la masa hasta que ésta tenga un espesor de 1 cm.
Enharinar abundantemente, para que la masa no se pegue a los moldes.
Apoyar el molde firmemente sobre la pasta para que ésta quede bien marcada.
Cepillar la masa con un pincelito para retirar la harina sobrante.
Cortar la masa con un cuchillo o con un cortapastas.
Ingredientes:
2 huevos o 100 gramos de huevo.
150 gramos de azúcar.
1 paquete de azúcar avainillada.
270 gramos de harina de trigo.
1 punta de cuchillo de levadura química.
5 gramos de anís en grano.
Elaboración:
Romper los huevos en una cacerola y añadir el azúcar y el azúcar avainillado.
Calentar y mezclar con la ayuda de unas varillas hasta que la mezcla alcance unos 50 grados centígrados. Después verter esta mezcla en un recipiente para batidora eléctrica.
Batir durante unos 10 minutos, o hasta que la masa doble su volumen.
Tamizar la harina y la levadura e incorporar los granos de anís, mezclando lo todo con los huevos batidos.
Extender la masa hasta que ésta tenga un espesor de 1 cm.
Enharinar abundantemente, para que la masa no se pegue a los moldes.
Apoyar el molde firmemente sobre la pasta para que ésta quede bien marcada.
Cepillar la masa con un pincelito para retirar la harina sobrante.
Cortar la masa con un cuchillo o con un cortapastas.
Disponer las galletas sobre una placa recubierta con papel para horno o sobre una hoja de silicona.
Dejar secar las galletas durante 24 horas (si, 24), a temperatura ambiente, en un rugar seco y sin corrientes de aire.
Precalentar el horno a 160 grados y cocerlas en la parte baja del horno de 12 a 15 minutos (dependiendo del horno)
Deben quedar blancas.
Para conservarlas, mejor en una caja metálica y, si es posible, dentro del frigorífico.
3 comentarios:
¡que buernas tienen que estar! buena pinta tienen. uN ABRAZO
Me encantan estas historias tan singulares que cuentas Eva.
Y estas galletas ni te cuento, ¡son preciosas!, y me imagino que riquísimas.
Besos
Cristina
Que maravilla, es la primera vez que las veo y me han encantado, son una auténtica obra de arte, tan finas, preciosas!!!
Un besazo guapa.
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