Me encanta bordar (otra cosa es que lo haga bien).
Me relaja, me hace feliz, me pone de buen humor... es una actividad creativa, manual, barata, sencilla... si le tengo que poner un "pero" es que a menudo ando escasa del tiempo que me gustaría dedicarle.
Desde que vi el tutorial de Sedef (si navegáis por el blog, veréis que ya he tenido el placer de reproducir algunos de sus patrones) con esta frase tan inspiradora tuve claro que quería hacerlo... tan sólo me ha llevado algo más de tres años encontrar el momento (más vale tarde que nunca).
Y aquí tenéis el resultado.
Tenía muchas ganas de hacer un cojín con un estilo un tanto "shabby" para colocarlo en un lugar especial y acogedor y este bordado ha sido la excusa perfecta para hacerlo.
Lo he rematado con una delicada tira bordada para darle un toque más romántico.
Y en el centro, el bordado.
Poco a poco, mi nuevo (sí, nuevo!!!!) espacio de trabajo va haciéndose más "mío".
Y para ello no todo es bordar, cortar o acolchar.
También, de vez en cuando, toca "pringarse" (lo mío no es restaurar o pintar... lo mío es pringar, manchar,... marranear) como con este escritorio que ha hecho ya las veces de cambiador de mis hijos, mesa de estudio, dibujo... qué será lo próximo?
7 comentarios:
Muy bonito tu NUEVO cojin.
Imagino que la mesa quedará también divina.
Si lo hace bien dice jajaja Esta muy bien hecho niña :D
Pues lo de manchar y marranear también es divertido de vez en cuando aunque luego toque limpiar :/
Muxus
Precioso el Cojín!!
besos
Muchas gracias!!!
Gracias Marta!!!
Gracias tesoro! 😘
Wowwwww, es precioso¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Una labor muy gratificante.
Felicidades por el resultados.
Besos
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